Cinco errores comunes en la comunicación política

lunes, septiembre 6

Puede sonar provocador pero en un reciente diálogo con Loreto Corredoira, profesora de la Universidad Complutense de Madrid que días atrás visitó el Perú, hallamos coincidencias entre la clase política peruana y la española en la forma cómo hacen hoy comunicación política. Algunas de las conclusiones fueron:

  • Los políticos son interesados (sobre todo en época electoral)
  • Saben muy poco de la reputación online
  • Si tienen sitio web, lo hacen desde un enfoque unidireccional
  • Le temen al diálogo y a los comentarios negativos
  • Son reactivos frente a la opinión pública digital. Solo reaccionan cuando hay alarma social.
¿Por qué? Pocos apelan a contratar a un comunicador social y si lo tienen éstos conocen muy poco respecto a cómo darle forma a los mensajes en un escenario novedoso con opciones multimedia, lectura no lineal y sobre conversación, mucha conversación.



La profesora Corredoira reconoce que hace falta profesionalización, transparencia y mucha verdad. Las circustancias obligan al politico y a su equipo a saber qué es lo que pasa a su alrededor. Es decir, saber lo que es reputación on line, monitoreo de información e intervención para generar diálogo. Pero ojo, no solo desde una PC. También hay que salir a la calle y recorrer lugares públicos para recoger opiniones e intercambiar ideas.
Los nuevos medios nos ofrecen alternativas de comunicación que requerirán la participación de consultores o gabinetes de comunicación, así como de gente experta en desarrollo de sitios web (pero sin tecnología Flash porque así matarán a la gallina de los huevos de oro).
Hoy vemos como algunos políticos emplean sus cuentas en las redes sociales, o lanzan blogs en Blogger o Wordpress, para diseminar información ligada a su entorno o su accionar político. Aquello no es suficiente. Deben generar conversación para acercarse a la gente y aprovechar estos espacios para recoger iniciativas, sugerencias o críticas. ¿Se imaginan a un político peruano usando Skype para hablar con habitantes de su distrito electoral? ¿Es posible hacerlo? La respuesta es sí. Solo hace falta voluntad para querer experimentar nuevas acciones en las cuáles se aprovechen adecuadamente el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Sin embargo, hay que recordar que el Perú no es un país muy beneficiado por las TIC.
Según el último estudio trimestral del INEI, un 64,7% de los peruanos se conecta a Internet desde una cabina pública. Gran parte del acceso a la red desde los hogares se concentra en Lima (23,4%), mientras que en el resto urbano la cifra baja a 11,1% y en zonas rurales apenas llega al 0,2%. Esos indicadores revelan que Internet no llega a toda la población. Aquello explica además
porque la opinión pública está concentada principalmente en los medios tradicionales.
La profesora Corredoira aclara que la opinión pública digital solo interesa cuando se desata una alarma social. Por ello los políticos deben tener detrás un equipo multimedia capaz de poder registrar y/o diseminar sus acciones. Aquello genera oportunidades interesantes para jóvenes comunicadores sociales. La comunicación política debe responder a diversas variantes y necesidades. Pueden servir como medio de propaganda, acercamiento al ciudadano, servicio de atención al público o canal informativo. En Perú hay experiencias interesantes que más adelante analizaré. Pero para que todo esto funcione debe haber primero una estrategia en el que se definan los elementos del mensaje a usar y luego delinear los medios a emplear.
Los comunicadores darán forma a los mensajes y obviamente solo los buenos contenidos lograrán despertar el interés de la ciudadanía. La oportunidad está a la vista y es obvio pensar que la multimedia y la Web 2.0 aportan mucho en este nuevo escenario.

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