El mensaje que no trascendió en la CADE 2005

domingo, diciembre 4


Este texto nace por una necesidad indispensable de recoger uno de los aspectos más importantes de la reciente Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2005. Estuve en el hotel El Pueblo probando el empleo de algunos equipos que nos ayudaron a desarrollar un piloto de cobertura multimedia para la web de El Comercio de Lima.
Si bien este año el evento era un escenario clave para que los candidatos presidenciales expongan sus planes de gobierno ante un nutrido grupo de empresarios y líderes de opinión, en la cita no solo sorprendieron las anfitrionas de las empresas de telecomunicaciones (como parecen querer resaltarlo casi todos los programas noticiosos del fin de semana) sino el llamado de uno de los panelistas más aplaudidos de la jornada.
Hablo de León Trahtemberg, el conocido especialista en temas educativos, quien estuvo presente en la última jornada de la CADE donde se habló sobre la responsabilidad de los medios ante las próximas elecciones. Minutos antes, Alejandro Miró Quesada había pedido a los medios de comunicación informar con responsabilidad, reforzar los valores periodísticos y pensar más en los ciudadanos en lugar del tiraje o rating.
El pedido apunta que la sociedad peruana sea esta vez mejor informada sobre los candidatos, planes de gobierno y, sobre todo, no vuelva a ser seducida por esos líderes que bajo la promesa fácil pretenden ocupar un cargo público con el propósito de beneficiarse del poder.
Pero Trahtemberg fue más allá de la propuesta planteada (tema que por cierto ignoraron este domingo todos los programas políticos con excepción de dos diarios). Para el resto de medios interesó más el tema de las anfitrionas, los discursos políticos, el célebre "qué opina sobre..." y los bailes que suelen darse en este evento.
Trahtemberg se llevó los aplausos de la audiencia al analizar la relación entre los sectores sociales (C, D y E), el autoritarismo en la escuela (donde el copien, marchen y cállese la boca son el común denominador) y los candidatos que encandilan masas con discursos facilistas sin recibir cuestionamiento alguno.
Pude anotar las ideas más importantes del análisis de Trahtemberg y vale la pena compartirlo en este espacio a fin de reflexionar sobre lo que dijo.
“El público A,B que lee diarios está preocupado por los votantes C, D, E que en su gran mayoría son egresados de la escuela pública y han sido educados bajo patrones educativos que hace tiempo reclamo que se cambie y aún se mantiene idéntico desde hace varias décadas”, dijo.
Agregó luego que “es fácil entender porque una gran cantidad de electores votan ciegamente por un caudillo de turno. Para eso han sido educados. A someterse sumisamente bajo pena de ser castigados. El mensaje no debe ser cuestionado y ser asumido mágicamente. Esa es la escuela pública y buena parte de la escuela privada esta igual. Se preparan esclavos al servicio del caudillo de turno, inválidos intelectuales que se ponen al servicio del caudillo”.
Trahtemberg aplicó luego un ejemplo más cercano. “Cuando un niño en casa es educado bajo mensajes como "cállate", "copia", "escucha" o "escribe". Se acostumbra a ser así. Se le educa a no salirse de la línea, a no confrontar al profesor, a no discutir argumentos, a no reflexionar. Se le enseña y se le dice no pienses”. Esa, agregó, es una educación autoritaria, dogmática, memorística, enciclopedista que produce luego que mañana se encandilen con cualquier candidato de turno y uno asume su propuesta luego sin razón ni reflexión.
“Esa es la escuela que valora los desfiles militares e impone un instructor premilitar en el colegio. No se sorprendan que tengamos militares caudillistas que tengan tanta aceptación en nuestra juventud. No me sorprende para nada el voto emocional. La elección de un candidato por su técnica, por ser un trasgresor que refleja la idea de estos chicos”.
Y aquí viene luego frase más sensible que nos atañe a los comunicadores sociales. “Este es el consumidor mayoritario de la radio, noticias en la Tv y de la prensa, que vende más sus titulares que los contenidos y los desarrollos”. Este es precisamente el tipo de público que Shayne Bowman, en su libro We Media, identifica como una audiencia que asume como verdad absoluta todo lo que escucha, ve o lee en los medios. Hay un segundo tipo que le gusta tener intermediarios y asume posturas editoriales de estos medios y el tercer tipo es el más avanzado. En realidad, es aquel que navega por Internet, es volátil, lee varios medios al mismo tiempo, se informa, analiza y se toma el tiempo de participar u opinar a través de espacios de opinión.
En el Perú tenemos una gran mayoría que asume como verdad absoluta lo que se lee en ciertos medios. Se dejan llevar por los titulares impactantes, agresivos o la llamada guerra sucia que apela al voto emocional.
Trahtemberg recordó luego los magros resultados de las pruebas que hoy son ampliamente conocidas. Un 90 por ciento de los alumnos de secundaria no entiende lo que lee. “Estos son los consumidores de los medios de comunicación” y “ese es el futuro elector”, dijo. Fórmulas simplistas como legalizar la hoja de coca, no pagar la deuda externa o subir el ITF (impuesto) son rápidamente captados por los electores que no analizan los mensajes.
Estos son los consumidores de medios de comunicación. Consumen frases mágicas, como “pan con libertad”, “empleo y justicia social” o “honradez, tecnología y trabajo” o cualquier otro. Trahtemberg señaló que no hay confrontación crítica con lo que eso significa en términos de cómo se hace y qué tan posible es un planteamiento de ese tipo.
Por eso, como dice Trahtemberg, el problema del Perú no es político. El problema es educativo y por más que gritemos en todos los sectores, si no resolvemos antes el tema educativo jamás podremos resolver nuestros problemas. Sus palabras son interesantes y espero que estas ideas puedan llegar a más peruanos a fin de que no solo tomen buenas decisiones al elegir un colegio para su hijo sino al momento de ir a las urnas.
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6 comentarios:

Juan Arellano dijo...

Realmente interesante lo que dice Trahtemberg, que si bien puede no ser novedad, el sitio donde se dijo como que le da un caríz diferente. Por otro lado, muy importante el hecho que te preocupes por difundir estos conceptos, de los que ya me habías adelantado tu buena impresión.

Sandro Medina Tovar dijo...

Qué más se puede agregar, mi estimado, Juan Carlos...
Los años pasan y los dueños o encargados de los medios masivos (en especial la televisión) no quieren entender lo importante que resulta tener un sociedad instruida y democrática...Suena a rollo populista, pero da pena ver cómo un reportero se encandila por ir tras una "modelisto", y no se preocupa por informar adecuadamente.

Llullasunqu dijo...

El ejemplo empieza en casa, con papás tiranos, castradores y abusivos. Papas que sacan los pies del plato, que mantienen amantes y van regando hijos por doquier. Papas vivos y tramposos que cutrean y pagan sobornos. Papas que van a misa el domingo pero que se emborrachan y se coquean desde el viernes. Papas que le enseñan a sus cachorros a ser vivos, sapos y pendejos. Ejemplos de papás notables: Paupa, papá Montesinos, papa Alberto, papá Gordo González, papá Hermoza, papá Chiquito Flores, papá Abimael, papá Chuiman y tantos otros papanatas...

Sí, pues, la educación empieza por casa, lo que viene después ya es un saludo a la bandera.

Anónimo dijo...

Felicitàndote, siempre, Juan Carlos, porque veo que no descansan en tratar de ser diferentes en un soporte tan exigente como el digital o multimedia, al ver susnuevas pruebas en vìdeo.

Desde un cibercafè tengo la pena de no poder ver sus entrevistas, no sè por què exactamente, supongo problema local, y me quedo curioso de còmo estàn haciendo este trabajo de integraciòn con los periodistas (sòlo lo hacen los digitales???? o

Christian Espinosa

Anónimo dijo...

Hola Juan Carlos.

En efecto es un tema clave para entender lo que pasa con el electorado, pero también en otras áreas. La educación en los colegios nacionales es deplorable y me parece que incluso ha ido cayendo en picada (no quiero decir que los colegios privados sean la panacea, también hay tela por cortar ahí), por ejemplo yo que vengo de un colegio nacional del Cusco, comprobé que ahora en el colegio Ciencias los alumnos están obligados a asistir a clases con el uniforme militar de hace cuchucientos años, con cristina y todo, y los padres de familia felices con el comportamiento "marcial y valiente de sus hijos" y te aseguro que si hacen una encuesta, la gente aprobaría que en los colegios se imponga disciplina y marcialidad.
Si así comienzan como terminarán.


A mi que vengo de un colegio nacional

Erick Aubert dijo...

El problema peruano es histórico y eso se refleja en la educación; y este se hace más patente aún en los que vamos a votar por primera vez (entre los cuales me incluyo). Los electores desde pequeños se ven condicionados al caudillismo y al voto con el hígado, esto sumado a un contexto donde prima la desinformación y los constantes ataques entre candidatos el voto de aquellos que han estudiado en el sistema público va a ser facilista y basado en falsas promesas.
Es una lástima saber que el próximo presidente peruano sea el más "vivo" para salir bien librado de los ataques ajenos y aquel que más promesas populistas y electoreras haga; al parecer nuestro país está condenado a ser gobernado de forma magra hasta que se origine un cambio en la educación del pueblo peruano

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